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martes, 20 de septiembre de 2011



Los cuestionamientos que se han generado en contra del Candidato a la Alcaldía Aníbal Gaviria, no se deben a las fotos en las que sale con el señor Alirio de Jesús Rendón Hurtado, alias “El Cebollero”. Los cuestionamientos tienen que ver, con los presuntos negocios que tuvo con este personaje.

Yo resulte en varias fotos con Osama bin Laden, en otras con Sadam Husein y me retrataron además, en un Club Swinger con el Gadafi de Pensilvania. Pero nunca fuimos amigos, estos personajes fueron amigos de mis amigos y en algunas ocasiones coincidimos en ciertos lugares públicos. No pasa nada…

El problema no son las fotos de Aníbal y alias “El Cebollero”, el problema son las denuncias que posteriormente se conocieron, por parte del Sindicato de la FLA, que señalan a Gaviria de haber entregado a este delincuente la distribución de los productos de la Fábrica de Licores de Antioquia.

El problema es que los defensores se silenciaron frente a los contratos que siendo Aníbal gobernador, le otorgó a la empresa familiar que orienta su papá. ¿Qué clase de ética es contratar yo con yo? Documentos

El problema es que nadie se ha referido a la investigación que sacó la Superintendencia de Notariado en la que aparece la empresa Agropecuaria Carmen de Bolívar de propiedad del Guillermo Gaviria, alias “El Negro”, su padre, formando parte de la red de los empresarios que despojaron de sus tierras a los campesinos víctimas del conflicto en los Montes de María en el año 2004, como lo asegura una revista nacional. Esos son los problemas, que tiene preocupados a los integrantes del Grupo Empresarial Antioqueño, porque ven su dinerito perdido, y eso, sin reiterar los señalamientos de los alias “Pedro Bonito”, “El Alemán”, y “El Doctor”. El problema no son las fotos…

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